De vez en cuando el mejor regalo es aquel que más nos sorprende. A nivel personal, este presente vino acompañado de una agradable velada: uno de mis asociados llamó con cierta antelación al restorán donde sabía que estaría cenando con unos amigos y le indicó al gerente que al final de la noche quería invitarnos una ronda de tragos. Cuando el mesero nos informó del obsequio, mis acompañantes le pidieron que él escogiera. Y nos trajo 3 whiskys diferentes. Ninguna copa me ha sabido mejor en la vida.
El regalo definió la noche, la hizo recordable. Aparte de ser un detalle generoso, lo cierto es que también fue peligroso por el hecho de que nos dio la oportunidad de pedir sin limitación alguna. Pero sobre todo, fue considerado, desinteresado y sorpresivo, peculiaridades que todo obsequio debería cumplir. Con lo que si harás un esfuerzo por elegir el obsequio ideal, en los negocios o bien cualquier otra ocasión, busca que siempre cumpla con estos 3 requisitos.
Ya antes de comenzar la busca de regalos corporativos, es recomendable preguntarse cuáles son los motivos. Puede ser para compensar un buen desempeño o para motivar un mejor comportamiento; tal vez sólo para lograr una actitud más amigable o, para hacerle “la barba” a alguien a fin de obtener un puesto o un favor a cambio. Al final, cualquiera que sea el caso, el interrogante es si se trata de un obsequio con un interés ulterior.
Si bien la respuesta sea afirmativa no significa que necesariamente sea un problema. A veces, los negocios nos llevan a probar nuestros límites y códigos. Pero la verdad es que ese género de presentes no son completamente francos, y de alguna manera están marcados por intereses particulares. En consecuencia, muy frecuentemente optaremos por un objeto costoso. No obstante, si la meta es dar un regalo sincero, resulta necesario hacer un esfuerzo mayor.
¿Cuándo es el momento perfecto? La mayor parte de las veces se trata de las ocasiones más evidentes, como un logro profesional, cumpleaños, aniversario o Navidad. Sin embargo, los regalos más significativos son los que no festejan una data particularmente, sino a la persona y lo que significa para ti. Por tanto, estos obsequios pueden darse en cualquier momento.
Para determinar en qué va a consistir el regalo en cuestión, hay que meditar en el destinatario y buscar lo que más apreciará. “Lo primordial es probar que realmente estás pensando en la persona y la relevancia que tiene la relación que han establecido como colegas, asociados, distribuidores o bien clientes”, dice John Poisson, CEO de Wantful, un servicio de obsequios con operaciones en Nueva York y San Francisco, en E.U..
De ahí que el obsequio debe parecer muy exclusivo, idóneo para esa persona singular y no tanto para alguien más. Con lo que en vez de darle una botella de champán o bien una tarjeta de regalo, piensa en algo diferente. Convierte lo usual en infrecuente. Por ejemplo, boletos para una obra teatral que lo más probable es que le agradará por el hecho de que la historia se desarrolla en su urbe natal, un vino que procede de su lugar preferido para vacacionar o bien papelería adaptada con su nombre.
¿Cómo inspirarte? Para comenzar, piensa en las conversaciones que has tenido con esa persona y si ha mencionado algún hobby o bien afición que tenga. Ahora bien, si no conoces tan a fondo al receptor, una buena recomendación es grabar o bien imprimir sus iniciales en un objeto que utilice diariamente –como una taza o termo–. De esta manera, será único y tendrá mayor valor.
Lo que hay que evitar
Es obvio que si deseas que el regalo sea adaptado, lo último que tienes que adquirir son tarjetas de regalo. “En lo particular, no creo que sean una buena opción alternativa para ninguna ocasión, pues son lo opuesto a ser considerado, desinteresado y sorpresivo”, explica Poisson.
A este respecto, otro punto a estimar es que las tarjetas de esta clase representan falta de esmero. ¿La razón? Un regalo no debería ser simplemente un detalle, sino un distintivo a la consideración. El principio es muy básico: regalar es dar. Y no importa si al final el obsequio gusta o bien no, pues probablemente pronto va a ser remplazado por otro. Lo fundamental es que sea significativo y que continúe como un recuerdo de ti dando algo singular a alguien singular