En pocas palabras es una ola artificial en la que se puede hacer “surf” (con una tabla más parecida a un skate) o bodyboard. Un supermotor(?) expulsa miles y miles de litros de agua por segundo para generar una ola y simular el mismo efecto que una de verdad.EN Royal caribbean es posible!!
Comidas
Las opciones son muchas y variadas. El crucero suele contar con más de un restaurante. La cena, cómo ya dijimos, es con horario fijo prestablecido. La mesa también está asignada, y tanto tus compañeros de mesa, en caso de qué los hayan, cómo el mozo y el camarero, se van a repetir durante todas las noches.
La cena en el restaurante principal se compone de una entrada, un plato principal y un postre. Las opciones cambian cada día, salvo algunos platos que se repiten (En mi caso recuerdo un postre, el famoso Créme Brulée, siempre estaba disponible). Las bebidas se pueden comprar, o bien si se sacó el pack de gaseosa o alcohol, hacer uso de los mismos.
En mi caso viajo con mi novia que es celíaca. Debo decir que las opciones son variadas y está bastante bien. Hay que hacer mucho incapié en las medidas de precaución, para evitar la contaminación cruzada. Mucha de la gente que trabaja en el crucero no tiene noción de lo qué es la celiaquía, ni mucho menos de sus cuidados. Por eso, ante la duda, hablen con algún supervisor que va a saber mejor qué hacer para servirte un plato gluten free.
Otra opción es el restaurante buffet, que se suele encontrar cerca de los últimos pisos. Ofrece todas las comidas siempre en modalidad buffet, o sea servite lo que quieras y comé. Hay un café en la Promenade qué está abierto 24 hs. Siempre tiene café, alguna opción dulce, salada y a veces comidas un poco más elaboradas.
En cuanto a los restaurantes pagos la verdad qué no los probé, no me pareció necesario. Pero les cuento que hay varias opciones bastante elegantes, de las cuales no recuerdo nombre. Aunque hay un Johnny Rockets, una famosa hamburguesería estadounidense. Estas ofertas y mas las podes probar a bordo de cruceros al caribe y cruceros desde miami